“Decídase, señor escritor, y una vez, al menos, sea usted la flor que huele en vez de ser el cronista del aroma. Poca gracia tiene escribir lo que se vive. El desafío está en vivir lo que se escribe” Eduardo Galeano

domingo, 18 de mayo de 2008

Cuerpo y alma


Puede verla porque Ella es la reina, solo a Ella puede ver. En el mundo de las almas, solo la reina puede ir al mundo de los cuerpos, allí, donde él escribe. Solo el rey de los cuerpos puede conocer el mundo de las almas, lo conoce, allí está; claro, se enamoro de un alma y no volvió, hace siglos, por eso no se conoce quien es el rey de los cuerpos, ellos no lo conocen.
No sabe como debe ser el mundo de las almas, no se lo pregunta a Ella porque le da vergüenza, no sabe, cree, piensa que si le pregunta lo va a tomar a mal y no va a querer verlo más. Se nota que es la reina, se nota que es alma, es tan pura, no toca nada pero deja huellas por donde pasa, lo que ve lo transforma en colores, le da vida, no sabe como explicarlo, es mágica, es tan simple y lo hace todo con una sonrisa: “claro, es alma” piensa él y se sonroja enamorado.