“Decídase, señor escritor, y una vez, al menos, sea usted la flor que huele en vez de ser el cronista del aroma. Poca gracia tiene escribir lo que se vive. El desafío está en vivir lo que se escribe” Eduardo Galeano

domingo, 27 de abril de 2008

Compañero

Hubo quien me acompañó durante toda mi estadía en Valizas, Uruguay. Desde el momento en que lo abracé al llegar, hasta el momento en que, agarrándole la cara, le agradecí y subí al colectivo.
Yo no lo esperaba y él si. Llegué y ahí estaba, en la Terminal, contentísimo. Sin oponerse me acompaño a unos asuntos. Sin dudarlo fuimos a la playa, nos tiramos en la arena y disfrutamos de la tranquilidad y del olor al mar que susurraba de fondo. Nos miramos y sonreímos luego de mirar el horizonte y olvidar lo olvidable. Sin pensarlo caminamos hasta un bar y comimos algo. Cuando le dije que me iba no me dijo nada. Fuimos a la Terminal, esperamos sentados en silencio. Luego, la hora de separarnos, y así fue. Así fue, que fue la mejor compañía para estar solo. Así, no solo uno, pero uno solo. Compartiendo. El mejor amigo del hombre, Dizzy.


Por Mano

2 comentarios:

alaluzdeunaluciernagaazul dijo...

"Compañero del alma, compañerO".

Tu entrada me ha recordado a ese poema d MIguel Hernández.
Si puedes échale un ojo, te gustará.

Un besito grande

Sopesin dijo...

Me gusta mucho como escribes, tus escritos siempre me transportan. =)