Hubo quien me acompañó durante toda mi estadía en Valizas, Uruguay. Desde el momento en que lo abracé al llegar, hasta el momento en que, agarrándole la cara, le agradecí y subí al colectivo.
Yo no lo esperaba y él si. Llegué y ahí estaba, en la Terminal, contentísimo. Sin oponerse me acompaño a unos asuntos. Sin dudarlo fuimos a la playa, nos tiramos en la arena y disfrutamos de la tranquilidad y del olor al mar que susurraba de fondo. Nos miramos y sonreímos luego de mirar el horizonte y olvidar lo olvidable. Sin pensarlo caminamos hasta un bar y comimos algo. Cuando le dije que me iba no me dijo nada. Fuimos a la Terminal, esperamos sentados en silencio. Luego, la hora de separarnos, y así fue. Así fue, que fue la mejor compañía para estar solo. Así, no solo uno, pero uno solo. Compartiendo. El mejor amigo del hombre, Dizzy.
Por Mano
2 comentarios:
"Compañero del alma, compañerO".
Tu entrada me ha recordado a ese poema d MIguel Hernández.
Si puedes échale un ojo, te gustará.
Un besito grande
Me gusta mucho como escribes, tus escritos siempre me transportan. =)
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